
Desde siempre, la presión de ser impecable musical y técnicamente ha influenciado de forma negativa la salud tanto física como mental de los músicos en todos sus niveles de aprendizaje; presión que, sin duda alguna, aumenta cuando ya nos desenvolvemos en un ámbito profesional. Durante las primeras etapas del aprendizaje musical, específicamente el instrumental, es común encontrarse con dificultades que no necesariamente están relacionadas con nuestras habilidades, pero el modelo de enseñanza tradicional no suele proporcionar herramientas que permitan reconocer y trabajar en ellas desde un entorno netamente académico.
Existen herramientas como la meditación y, específicamente, el mindfulness, el cual puede ser útil al momento de superar ciertas dificultades y hacer de la práctica musical una experiencia mucho más agradable y enriquecedora. El mindfulness es una práctica de meditación que se extiende a las actividades cotidianas al hacer uso de la consciencia plena. Numerosos estudios científicos que han demostrado la efectividad del Mindfulness para regular el sistema nervioso y también para mejorar nuestra efectividad y concentración en diversas disciplinas. Aunque tiene su origen en las prácticas meditativas budistas que han existido desde hace más de 2700 años, su extensión por occidente es relativamente reciente. El doctor Jon Kabbat Zinn en los Estados Unidos fue quién popularizó ésta práctica a finales de los 70’s y desde entonces su difusión por occidente ha permitido que se integre con otras disciplinas.
Hay varias maneras de aplicar el mindfulness para mejorar la práctica interpretativa y éstas no consisten solamente en una práctica de meditación formal. Para practicar cualquier instrumento musical se requiere una absoluta consciencia del cuerpo y de sus movimientos, a su vez de un alto grado de concentración, por lo que tipos de meditación mindfulness como el escáner corporal y la meditación centrada en la respiración pueden utilizarse como recurso para ello. La meditación de escáner corporal consiste en tomar plena atención de las sensaciones corporales, yendo de parte a parte del cuerpo, empezando en orden ascendente o descendente (puede hacerse de manera aleatoria) y siendo consciente de qué están sintiendo esas partes, intensificarlo y entenderlo, mientras que la meditación centrada en la respiración consiste en poner plena atención al proceso de la respiración (inhalación y exhalación) y nos ayuda a des identificarnos de cualquier emoción que estemos sintiendo y reconocer que aunque sintamos esa emoción, no somos esa emoción.
Desde la práctica interpretativa, el complemento de una disciplina que además de ayudar a regular nuestro sistema nervioso y mejorar la concentración se convierte en una herramienta maravillosa para mejorar nuestro rendimiento, aplicándola de diversas maneras para así potenciar nuestro desarrollo musical e interpretativo. Muchas veces la búsqueda por expandir nuestras habilidades como músicos pueden llevarnos a nuevas maneras de hacer las cosas y definitivamente mejorar si es a través del disfrute, el autoconocimiento y el desarrollo de nuevas herramientas y en muchos casos podemos llevarnos la sorpresa que este crecimiento no sólo se dio a nivel musical y profesional sino también a nivel personal.